Mirando de lejos, brilla más
Por: Ronald
Echeverría
Lo que tenemos, a veces, desde fuera nos pueden ayudar a verlo más
claro. No digo lo aprecian más, ya que esto no es posible. Mi
propósito, realmente, es compartir, mi punto de vista, no de un experto, pero
si de un consultor, que tuvo, la oportunidad, de participar, en la concepción,
y el estudio, de la propuesta del Instituto, Nacional Forestal, de mi país,
Guatemala, CA, que constituyó y organizo
el Instituto Nacional de Bosques –INAB-, bajo la asesoría del Plan de Acción
Forestal/FAO[1].
La naturaleza, exuberante, es un tesoro, que la evolución le ha tomado, muchas eras, de millones de años. Los procesos, que dieron vida, a lo que vemos y conocemos como las áreas boscosas, de la Selva Misionera, por el hecho, de estar ahí, acompañando, a los misiónense, tal vez se han acostumbrado, a ello, y lo han dado por sentado; ahí está, y en algunos momentos, no se hizo lo suficiente, para conservarlo con sustentabilidad. No, es recién, en las últimas tres décadas, que se han aplicado políticas forestales, como un eje transversal, que permita la sostenibilidad de los bosques nativos dentro de las áreas protegidas, bajo planes de manejo.
Se dice y, nos comentaba Luis Huls, con razón, que Misiones tiene el desafío de lograr compatibilizar las necesidades de toda la sociedad promoviendo una actividad sostenible.
A la verdad, existen de hecho, tres enfoques, ante los recursos naturales, per se. Un enfoque netamente proteccionistas o conservacionistas, y muchas veces politizado, hasta extremismos, eco histéricos; aunque abundan, también los casos, por ellos denunciados, a los daños al paisaje, y los patrimonios naturales, luego de la intervención humana, aún bajo planes de manejo, pero realizados en ambientes, sin certificaciones o auditoría social, gubernamental, o afectados por los sobornos y la corrupción, a las autoridades, encargadas, de su vigilancia. Ha incidido también, las leyes sin dientes, para castigar a los evasores o transgresores de las mismas. En algunos casos, y ante ecosistemas, muy vulnerables a las intervenciones humanas, tienen, su vigencia e incidencia, favorable.
El enfoque, o mejor dicho la falta de él, es dejarlo cien por ciento, a la deriva, de las fuerzas del mercado, y aprovechamiento del recurso, sin asumir los costos ambientales, y de las externalidades que las sufren terceros, y sin participar con ningún costo por el reemplazo de los recursos renovables, o el disfrute de los servicios ambientales. Solo participan de los beneficios, y luego socializan los costos. Esta, alternativa sólo, individualista, y motivada, en lucro, mas, actuaciones sin control, incentivadas, por no contar con un ordenamiento territorial claro, y con legislación aplicable, y la supervisión adecuada, ha creado, oasis en creciendo, de usos de tierras de vocación forestal, para usos, no adecuados de ganadería, agricultura, o siembra de especies exóticas, no compatibles con las especies nativas, y la selva Misionera.
Esto, último ha abonado, al avance de la frontera agrícola, con cauda, de pérdida de miles de hectáreas de bosques nativos. El concepto de tierras forestales, y su propiedad legal, por un lado, las pertenecientes a la Provincia de Misiones, y otras las más, en manos privadas, o en poder de las comunidades. Pero, más del tipo de propiedad, lo que más afecta, es la explotación forestal, sin controles y restricciones para su aprovechamiento indiscriminado, sin normas claras que regulen su reemplazo. Esto ha causado una importante pérdida de masa forestal, en Misiones, durante los últimos 30 años, de cerca del 40%. Hay que añadir, la mala práctica de las rosas, para la agricultura, y los incendios forestales, que un buen número obedecen a manos criminales, para usos, a veces ilícitos o aprovechamientos agrícolas, sin manejo sostenido. Esto, ha enriquecido a pocos, y creado condiciones de pobreza, a futuro para muchos. Sembrando, sí, pero pobreza y subdesarrollo. No lo queremos, mas, y para nada en la Selva Misionera.
Pero, lo dicho hasta aquí. ¿Hay algo nuevo, novedoso e innovador? ¿No ha sido todo esto, ya conocido, discutido con anterioridad?, la respuesta es que sí; y sin duda, con mayor acuciosidad, contenido y contando con el beneficio de la experiencia en el campo, y conocimiento directo de todos los Stakeholders, del Ecosistema que compone la Selva Misionera y las tierras de vocación forestal de la provincia.
La contribución, si la hay, entonces, sería, el contar con la visión, en mi caso, de un observador externo, sin ningún interés vinculado a un determinado grupo, o sector. Es más, soy un espectador, a la distancia, de una tierra de maravillas, como lo es la Provincia de Misiones y su Selva Misionera, patrimonio argentino.
Mi mirada, va en la dirección, de apoyar la tercera opción. El manejo sostenido de los recursos naturales, y en este caso forestales, con contribuciones, favorables al combate al cambio climático, y en consonancia con los objetivos de Desarrollo Sostenible, propuestos por la ONU, y principalmente los enumerados, como: 15. Vida de los Ecosistemas Terrestres; 13. Acción por el Clima; 7. Energía Accesible y no contaminante; 12. Producción y consumo responsable; 8. Trabajo decente y crecimiento económico; 6. Agua limpia y saneamiento; 3. Salud y bienestar; y 1. Fin de la pobreza.
Un modelo de desarrollo para toda la Provincia de Misiones, sustentada en estos objetivos, pero con un enfoque de desarrollo sostenido de sus recursos forestales, tanto de bosques nativos, como de plantaciones, y procesos de re forestación de tierras de vocación forestal, bajo planes de manejo, aplicados por expertos, y bajo la vigilancia de las autoridades locales, y contando con las certificaciones internacionales, que garanticen la calidad, y sustentación de las políticas e iniciativas impulsadas.
De toda cuenta, sugerimos y recordamos ideas ya conocidas, sin ningún protagonismo ni intromisión, no pedida; y agradeciendo a Luis Huls, la oportunidad de escribirles por medio Misiones Opina, y a nuestro común y admirado amigo Dr. Marcelo Horacio Echevarría, que facilito el contacto. Las mismas serian:
1. Lograr cuanto antes un consenso entre los Stakeholkders del Ecosistema de la Selva Misionera y las tierras de vocación forestal, sobre el modelo de desarrollo ya planteado en el Plan Maestro Forestal del año 2000.
4. Considerar que algunas áreas bajo manejo, sean Certificadas, como Reducciones Certificadas de Emisiones (RCE), conocidos como Créditos de Carbono, y obtener financiamiento para inversión, por esta vía.
: Ronald Echeverría
Consultor Internacional. Director de la Firma Internacional ACEconsultores Experto en Desarrollo Organizacional, Recursos Humanos y Estrategias Empresariales. Guatemalteco, y apasionado por la naturaleza y los paisajes naturales.