
La calidad del recurso humano, lo determina la calidad del sistema educativo y éste último está en crisis en nuestros países
Como consecuencia de lo anterior el estudio hace el señalamiento “que sin contar con calidad educativa nuestros niños y jóvenes que asisten a la escuela tendrán dificultades de desempeñarse económica y socialmente respecto a las demandas del siglo XXI, debido a que la educación que han recibido no tiene impacto positivo para la vida ni para el trabajo.”
Lo anterior desnuda una cruda y lamentable realidad, nuestros países y para el ejemplo Guatemala tienen fuertes rezagos en cuanto educación y formación de su capital humano. Si a nivel primario y básico estamos rezagados con respecto a otros países, también lo estamos a nivel universitario. Se estima que la masa estudiantil universitaria en Guatemala está por el orden de los 312,700 estudiantes en 13 universidades reconocidas, y se tiene una oferta de 934 carreras entre técnicas, diplomados, licenciaturas, postgrados, maestrías y doctorados. La educación superior en Guatemala representa aproximadamente un 12 %, es decir que sólo 12 de cada 100 guatemaltecos entre 18 y 24 años está matriculado en un centro de estudios superiores. Este indicador de acuerdo a los expertos es uno de los más bajos de Latinoamérica. Para nivel de comparación en el caso de Costa Rica el indicador es del 35%.
Lo anterior sólo nos muestra el nivel de cobertura, pero también demos analizar el factor calidad, tan importante o más que el primero. Solamente la calidad de la educación superior permite el desarrollo de las competencias del capital humano que requieren las empresas y los empleos del mañana.
En lo anterior en Guatemala ha habido avances en los últimos años. Nuestras universidades han venido trabajando en mejorar sus sistemas de estudios y sus pensum, adecuándolos a las exigencias y demandas del mercado del trabajo. Asimismo ha sido notoria la introducción a todo nivel de la informática e internet y el uso de nuevas tecnologías, y un incremento en la inversión en laboratorios.
Los esfuerzos realizados han comenzado a dar frutos. Se han desarrollado procesos para mejorar la calidad educativa y dotado de infraestructura, bibliotecas físicas y virtuales, y equipos para hacer más eficaz el proceso enseñanza aprendizaje. Los resultados se han evidenciado en que algunas carreras hayan podidos ser certificadas de acuerdo a normas internacionales por empresas reconocidas de acreditamiento, esto es caso de la Universidad Rafael Landivar, del Valle, Francisco Marroquín y la Universidad de San Carlos. Consideramos que se está caminando en la vía correcta, aunque haga falto mucho trecho en cuanto a investigación y desarrollo de tecnológicas para la aplicación de la ciencia, la industria, la agricultura y el manejo sostenido de nuestros recursos naturales.
¿Entonces las empresas y los responsables de los recursos humanos cuál debería ser su papel?, deberán estar en constante interacción con el sistema educativo nacional y convertirse en interlocutores validos para llevar el mensaje de que tipo y calidad de profesionales, técnicos y científicos requiere para sus procesos y operaciones con el objetivo de producir productos y servicios de clase mundial. Son los que deberían establecer los perfiles deseables de competencias que nuestros centros de educación deberían privilegiar y formar en sus alumnos y futuros egresados. Nuestros recursos económicos, financieros y tecnológicos son escasos, por ello necesitamos priorizar para poder llegar un día a cerrar la brecha con los países desarrollados. Deberíamos apostar por una formación de calidad para nuestros recursos humanos. Las empresas nuestras requieren de los mejores y para ello debemos todos apoyar la mejora integral de nuestros sistemas educativos, tanto a nivel primario, básico, como universitario. Apostar por la educación debe pasar del verbo a la acción.