Por: Ronald Echeverría
Estaba acostumbrado a ganar más. ¡Ahora estoy desempleado! Me ofrecen uno, pero la paga es menor ¿Qué hago? Qué respuesta darle a la pregunta, o mejor dicho que decisión tomar. ¿Acepto el trabajo o lo rechazo? Partamos del supuesto que la propuesta no es descabellada o muy baja. Vamos por partes, el hecho que ganáramos más antes, puede ser el producto de una carrera exitosa con nuestro anterior empleador o de políticas salariales más competitivas. Pero prescindieron de nuestros servicios, o el clima era ya insoportable y renunciamos. En conclusión, estamos vacantes y con varios meses cesantes. Con el ego no pago el super, ni las tarjetas. En tiempos de bonanza económica, y una sobre demanda de empleados en el mercado, puedo especular, y esperar una mejor opción. Pero, esa no es la situación prevaleciente en LATAM. Las encuestas de expectativas de nuevas contrataciones, tienden a la baja, y no se ven mayores inversiones en nuevas fuentes de empleo. Es más, lo despidos están a la orden del día. Salvo, que, si somos cantantes y la nueva estrella que hace callar a Placido Domingo, y por lo cual nos llueven ofertas; pero si no es así es más sabio seguir el dicho. “Vale más un pájaro en mano que 100 volando”
¿Qué opinan?
No hay comentarios:
Publicar un comentario