Por: Ronald Echeverría
¿Sabes quién es el gran derrochado y poco valorado en los procesos de selección?
Pues es su majestad, el único, el trascendente, el escaso, imposible de recuperar y cada día menos disponible, ni mucho menos acumulable, e inseguro de todos los recursos, el “Tiempo”. Si nuestro tiempo y el tiempo de los demás. Es el tiempo que se pierde en los procesos eternos. Aquellos que dan vueltas en círculos, como perro que se muerde la cola ¡Mi cita era las ocho y son las nueve! Ya lo van atender el Reclutador está ocupado, le entró una llamada. ¿Disculpe cómo va el proceso? La próxima semana, espere un poco más. Es qué el jefe salió de vacaciones, se enfermó. Está en usted y otro, y cuantas excusas más. El candidato, su tiempo, su único tiempo, en manos de otros es malgastado. Por el otro lado, y también sucede, cuándo es el candidato, ya finalista, y luego de cumplir y aceptar las condiciones y dado su palabra, pues siempre ya no gracias, y ya no devuelve la llamada. El tiempo de la empresa y su costo de oportunidad por las nubes. Aprendamos a respetar y apreciar el tiempo de los demás, así como el propio. Recordemos, él qué no tiene empleo, en el manejo de su tiempo, puede estar el éxito de la reincorporación a la vida laboral activa. RonaldEcheverría https://lnkd.in/XhD3u7 ACE
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