Por: Ronald Echeverría
La profundidad de: "Cogito ergo sum", (Yo pienso luego Yo existo). La duda Cartesiana, desemboca en una certeza. René Descartes, el genio, descubre esa verdad filosófica, dudando y desafiando bajo el escrutinio de la razón, todo el fundamento de la ciencia, la política, la economía y la religión de la época del renacimiento. Su contribución un parte aguas, que utiliza la razón y duda para encontrar la verdad. Qué mensaje, aún no hemos asimilado, que enseñanzas no hemos interiorizado, y que aplicaciones a la buena marcha de como individuos y miembros de una sociedad no han hecho rhema. Aceptamos dogmas, análisis, estudios y conclusiones de seudo investigaciones científicas, o de gurús sociales con sesgo, que desnaturalizan la verdad, o peor la ponen al servicio ideológico de algunas élites. El ser humano, y las sociedades actuales, y mas dramáticamente las nuestras en LATAM, están siendo bombardeadas por ciencia y técnicas enlatadas, con marca y destino. Otros piensan por nosotros, y deciden lo bueno, lo malo y lo feo. Nuestro intelecto de tanto no usarlo, para cuestionar y dudar, nos ha hecho menos humamos, y nos están robothumanizando. Deberíamos volver a la duda cartesiana, que nos de la certeza del Ser pensante. RonaldEcheverría ACE
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