Por: Ronald Echeverría
¿Qué pasa cuando el candidato juega muchas cartas a la vez?
El hashtag#Reclutador le informa al Candidato que es el elegido. Le re confirma las condiciones de trabajo y pregunta ¿Puede comenzar en la fecha acordada? Pues mire, déjeme pensarlo…, contesta el candidato.
De que esto pasa, pasa. Es el libre juego de la hashtag#oferta y la hashtag#demanda, aunque aquí hay una carta oculta. La tiene baja la manga, el candidato. Éste ha estado aplicando a más de una posición, y ha mantenido oculta esta información. Tiene otra opción en firme que le interesa más. Esto se ha vuelto normal hacerlo.
¿Es esto ético, o debe juzgarse fuera de la luz de ella? ¿Aplica la sinceridad ? Si buscamos relaciones que perduren, debería haberla. Es decir, coexistir la hashtag#PersonalBrand con la hashtag#EmployerBranding. Pero como no se respeta, crea ganadores y perdedores. En éste caso pierde la empresa.
Hay otros costos y reportes de daños, no contabilizados, comencemos por los otros candidatos que fueron descartados, y el tiempo invertido de todos los involucrados y su costo de oportunidad. Claro, siempre hay alternativas, pero, aunque nadie es insustituible, siempre hay sabor agridulce, cuándo el finalista no acepta.
Mejor es comunicar oportunamente que se declina seguir participando.
¿No creen?
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